martes, 9 de enero de 2007

El iPodAno

Vivimos el desgarrador avance de la tecnología, para bien o para mal, para matar o para amar, con un entusiasmo entumecido. Solamente nos conformamos con los avances que las grandes multinacionales nos brindan con cuentagotas, tratando de exprimir al máximo sus descubrimientos, anulando y ridiculizando el avance anterior con una novedad que se nos antojaba inverosímil.
El cínico y genial Alejandro Jodorowsky se muestra iPodista sin complejos: que pongan en su casa un altar y que veneren al iPod, ese es el Dios actual. Yo soy un iPodista, todos somos iPodistas hoy, porque el iPod te permite escuchar música, ver vídeos y películas, pronto va a ser teléfono y vas a poder recibir un email. Ojalá los jóvenes tuvieran un iPod mental.
Hoy se ha presentado en San Francisco el iPhone, un iPod que llevará acoplado un teléfono móvil para hacer las delicias del hombre moderno, incluyendo además email y TV. Esta vez, el hombre moderno, hedonista envarado, no debería conformarse. Demandemos un pene vibrador o una vagina de silicona acoplados al Ipod; le llamaríamos IpodPene en azul y verde, Ipodcoño al fucsia, y dejaríamos el color gris para el iPodAno; así se llegaría a todos los sectores del mercado. Steve Jobs, consejero delegado de Apple, seguramente sabe de estos avances, pero se los guarda para el futuro.

1 comentario:

Fate Motif dijo...

Tengo un mp4 sin marca traído directamente de la China: video, música, grabadora de voz, radio, email y altavoz para poder dar el coñazo.